El derecho al aborto no es suficiente: tiene que haber acceso.
Alejandra Sorto, Estratega de Campañas, ACLU-NJ
Conocí por primera vez las dos realidades paralelas del acceso al aborto durante mi niñez en El Salvador, uno de solo tres países que aún restringen y criminalizan el aborto en todos los casos. Para las personas adineradas y con acceso a recursos, procurar un aborto era difícil, pero no imposible. El verdadero objetivo de esas leyes era y siguen siendo las personas que ya encaran el efecto desproporcionado de políticas socioeconómicas nocivas. Un fallo judicial a principios de diciembre de la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó que la criminalización del aborto en El Salvador produce, directamente, discriminación y violencia de género, lo cual perjudica desproporcionadamente a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad.
En El Salvador y en el mundo entero, son las personas pobres, indígenas y marginalizadas para quienes el aborto está realmente fuera de alcance y criminalizado.
Aunque la realidad de las leyes en los Estados Unidos puede ser muy diferente, son claros los paralelos en términos de quienes son las personas más impactadas por las prohibiciones, restricciones y barreras en el acceso al aborto. Esa es la realidad a través de los Estados Unidos y en Nueva Jersey existen diferencias similares.
Aunque la jurisprudencia en nuestro estado ha determinado que tenemos derecho al aborto como residentes de Nueva Jersey, la realidad es que ese derecho sigue siendo accesible principalmente para las personas que tienen el dinero, el tiempo y los recursos necesarios para acceder a este tipo de atención. Además, como sabemos, cuando nuestros derechos están bajo ataque, son las personas más vulnerables – entre ellas las de comunidades negras y de color, inmigrantes, personas LGBTQ+ y poblaciones de bajo ingresos – que tienen más que perder.
Hay un proyecto de ley en nuestra legislatura estatal, la Ley de Libertad Reproductiva, que puede confrontar algunas de las inequidades que dificultan el acceso a los servicios de aborto, pero solo si la ley se mantiene enfocada en lo esencial: la justicia racial, social y económica. (Puede tomar acción aquí para que la aprueben.)
La Ley de Libertad Reproductiva, presentada por la senadora Loretta Weinberg y la asambleísta Valerie Vainieri Huttle, hace varias cosas. Declara nuestro derecho a la autonomía reproductiva, que incluye el derecho a anticonceptivos, el derecho al aborto y el derecho a llevar un embarazo a término. Con esa declaración, la Ley de Libertad Reproductiva reconoce que las personas deben gozar individualmente de la facultad de tomar sus propias decisiones sobre su salud reproductiva sin discriminación, barreras o interferencia política.
Más importante aún, en su núcleo la Ley de Libertad Reproductiva garantiza que todas las personas que pueden quedar embarazadas no solo tengan el derecho sino también el acceso equitativo a los servicios de aborto al disponer que toda persona pueda obtener la atención que necesita sin costo, independientemente de su situación de seguro médico o estatus migratorio.
A pesar de lo importante que es declarar el derecho al aborto, una declaración de derechos por sí sola no cambia significativamente el statu quo para los miembros más vulnerables de nuestras comunidades.
Mientras que el derecho al aborto está en peligro alrededor del país, la crisis más urgente para Nueva Jersey es la falta de acceso. En la actualidad, los altos costos, el limitado acceso a profesionales de salud, la discriminación e innumerables otros obstáculos impiden que las personas obtengan la atención que necesitan y a la cual tienen derecho conforme a la ley. Por esta razón, la Ley de Libertad Reproductiva no puede limitarse solo a declarar el derecho al aborto en Nueva Jersey. Tiene que abundar sobre cómo las personas acceden a la atención.
La Ley de Libertad Reproductiva incluye secciones que requieren que las pólizas de seguro de salud cubran el aborto sin costos para el paciente y que garantizan el acceso asequible a personas inmigrantes que no califican para seguro de salud. El costo nunca debe ser una barrera para algo tan importante como ejercer la autonomía personal y tolerar la carga física de un embarazo.
En una encuesta de 2021, el 87 por ciento de los residentes de Nueva Jersey indicó que las personas embarazadas deben ser las que toman las decisiones sobre el aborto y no los políticos. Es hora de que Nueva Jersey afirme la autonomía, la justicia racial y económica y la salud de nuestras comunidades y garantice que la atención médica reproductiva sea accesible para todas las personas que la necesiten.
Todos los residentes de Nueva Jersey – incluidas las mujeres cisgénero, los hombres transgénero y las personas no binarias – tienen un derecho fundamental a la salud reproductiva y a tomar sus propias decisiones de atención médica sin interferencia política o temor a la carga financiera y las deudas. La aprobación de la Ley de Libertad Reproductiva es el primer paso para hacer de esta visión una realidad.
Los ataques a la libertad reproductiva en las legislaturas estatales y los casos ante la Corte Suprema hacen aún más urgente que Nueva Jersey afirme inequívocamente nuestro derecho a la atención médica reproductiva, incluido el aborto, y asegurar que todas las personas que necesiten atención la reciban.
En los últimos tres años se han promulgado 12 proyectos de ley en el país dirigidos a proteger y ampliar el acceso a los servicios de aborto. Al ratificar la Ley de Libertad Reproductiva, Nueva Jersey podrá unirse a esos estados que abren camino a la protección y ampliación de la libertad reproductiva.
Los residentes de Nueva Jersey tienen el poder para exigir que el aborto sea accesible para todo el mundo independiente de raza, etnia, ingresos, identidad de género o estatus migratorio.
Nueva Jersey tiene la oportunidad de priorizar la equidad y la justicia.
Nueva Jersey tiene el deber de reconocer que los derechos sin acceso no son suficientes y que tenemos la obligación de hacer algo al respecto.
Ha llegado el momento. Exhorte a sus legisladores a aprobar la Ley de Libertad Reproductiva de Nueva Jersey.
Alejandra Sorto es Estratega de Campañas en American Civil Liberties Union of New Jersey, donde dirige campañas para promover políticas a favor de la inmigración, los derechos reproductivos, la democracia y la justicia económica.